En los años 90, cuando junto a mi esposa Patty, creamos la Colección Patricia Phelps de Cisneros (CPPC), nos comprometimos con promocionar los valores culturales latinoamericanos. Lo que había comenzado con el deleite del coleccionismo, se convirtió en la responsabilidad de compartir la diversidad y sofisticación del arte latinoamericano a través de más de 60 exposiciones y múltiples préstamos a instituciones por todo el mundo. El trabajo ha sido arduo pero también gratificante y los reconocimientos han sido elocuentes.
Luego de años de constancia, el equipo de la CPPC hace historia. Desde esta semana 150 obras que formaban parte de la Colección ahora le pertenecen al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Esta donación pone a Latinoamérica y su arte moderno en la más importante plataforma artística del mundo, insertándola en un contexto global y dándole el papel relevante que tiene en la historia del arte universal.
A partir de ahora, los visitantes del MoMa podrán apreciar obras de Jesús Soto, Geraldo de Barros, Hélio Oiticica, Waldemar Cordeiro, Juan Melé, Willys de Castro, Carlos Cruz-Diez, Tomás Maldonado, Lygia Clark, Gego, y Mira Schendel, entre otros grandes artistas en las salas de museo, y en el 2020 podrán ver una gran exposición dedicada a estas obras en la nueva aplicación del museo.
En su afán de preservar y compartir la apreciación de las obras y llegar al mayor número de personas posible, la CPPC ha desarrollado relaciones sólidas con instituciones afines a su vocación de expandir el conocimiento del arte latinoamericano. En esta ocasión, se entrega parte del conocimiento a un museo como el MoMA, que tiene renombrada experiencia y un alcance de tres millones de visitantes al año, y 12 millones de visitantes virtuales.
Los caminos entre Patty y el MoMA se unieron, de hecho mucho antes de que se creara la CPPC, cuando ella ingresó al Consejo Internacional del Museo en 1981. Han pasado los años y la relación se ha estrechado cada vez más, a tal punto que hoy tenemos la confianza absoluta para entregar 150 obras y abrir un fondo para la creación de un centro de investigación para el arte de Latinoamérica. Está de más decir que este acontecimiento cumple los sueños de Patty, los cuales comparto y apoyo plenamente.
Me uno a mi esposa Patty, y mis hijos Guillermo, Carolina y Adriana y nuestro gran equipo de la CPPC para celebrar esta extraordinaria oportunidad de dar a conocer a Latinoamérica en el MoMA a través de sus más altos representantes del arte moderno. ¡Enhorabuena para todos! Sigamos trabajando para difundir el arte de nuestro hemisferio en todos los escenarios posibles!