He comentado ya en algunas entrevistas que confío en que esta será la década de Latinoamérica, ¿por qué?
América Latina constituye un gran mercado: 450 millones de consumidores y 40 millones de hispanos en Estados Unidos, en el que más del 30% de las inversiones extranjeras provienen de empresas latinoamericanas.
Los empresarios latinoamericanos hemos decidido internacionalizarnos y lo estamos haciendo a una escala que quizá nunca antes habríamos imaginado. Empresas de servicio, particularmente aquellas vinculadas a sectores como telecomunicaciones, entretenimiento e ingeniería; estamos exportando nuevos modelos de negocio.
Estamos aprendiendo a ser flexibles, y a desenvolvernos con éxito en una región que no se ha escapado de la inestabilidad política, y hemos desarrollado cualidades que nos han permitido enfrentar incluso graves crisis financieras.
Asimismo, países como Brasil, Chile, Colombia y Perú están apostando fuertemente por los rubros clave en el progreso de las naciones: educación, acceso a la tecnología, investigación, fortalecimiento de las instituciones y desarrollo de infraestructura. Estas naciones han dejado de lado las visiones de sexenio y han comenzado a desarrollar planes a largo plazo que los están fortaleciendo enormemente.
Si bien aún existe todavía en gran parte de nuestra región una inaceptable desigualdad, no me cabe duda de que ésta será la década de Latinoamérica y que sociedad, autoridades y empresarios seguiremos trabajando juntos por hacer de América Latina la región líder por la que tanto nos hemos esforzado.