Hace algunos días se inauguró en el Museo Gaiás de Santiago de Compostela la Colección Orinoco, una de las muestras más representativas del mundo etnográfico latinoamericano, después de haber recorrido varios países europeos como Alemania, Francia, Suiza, República Checa, Finlandia, Rusia, Dinamarca y Eslovenia, donde ha tenido una acogida extraordinaria.
La muestra llega a España por vez primera, algo que para nosotros tiene varios significados, en primer lugar por los vínculos tan estrechos que nos unen a ese país, de amistad, de tradición, de negocios y hasta por el origen de nuestro apellido.
Pero más allá de eso, llevar la Colección Orinoco a la Península Ibérica es para mí un homenaje a las doce etnias que han poblado la selva amazónica del sur de Venezuela, las cuales han enriquecido el acervo cultural del país con sus rituales, sus costumbres, y su sabiduría natural, para permitirle ahora a un sinnúmero de visitantes conocer de cerca una realidad esencial dentro de la identidad nacional venezolana.
Al mismo tiempo, llevar Orinoco a España en esos magníficos espacios del museo Gaiás de Santiago de Compostela, es la culminación de una tarea que nos llevó más de 30 años de trabajo, de recolección de objetos, de investigación, de documentación de una zona mágica y de su extraordinaria riqueza en su belleza natural más genuina, para ofrecérsela ahora a un país que siglos atrás fue testigo del devenir de esos mismos habitantes, lo que nos llena de orgullo y satisfacción.