En un almuerzo precedido por el Príncipe Felipe, se llevó a cabo el Congreso de Instituto de Empresas Familiares en donde nos reunimos más de 400 empresarios para escuchar diversas ponencias sobre las empresas familiares y su crecimiento hacia el futuro.
Dentro de este congreso, tuve la oportunidad de hablar sobre lo que más me apasiona: América Latina. Durante mi participación, me referí específicamente al nuevo rostro de nuestra región y cómo se ha convertido en una acertada opción de inversión a nivel mundial, no sólo por la diversidad de transformaciones a las que se ha sometido, sino también por el enorme estímulo que de manera recíproca se puede adquirir.
Sin duda, América Latina ha ido creciendo y mostrando al mundo las grandes oportunidades que ofrece, además de contar con ventajas como el territorio, recursos naturales, y una extensa población.
Si se consolidan los esfuerzos y procesos, América Latina seguirá en su ola de crecimiento y poco a poco irá ganando terreno en diversos ámbitos de desarrollo en todos los sentidos. Un claro ejemplo es que en 2011, US$13.810 millones de la IED (Inversión extranjera directa) se originaron un país latinoamericano a través de las “multilatinas” con firmas en países como México, Chile, Brasil y Colombia.
Me siento orgulloso de ser un portavoz del crecimiento de nuestra región, y de poner en alto el esfuerzo de cada uno de nosotros para continuar apostando a la época de América Latina.